Es una técnica más reciente, la principal diferencia respecto a la vidriera emplomada es que, en este caso, el resultado final es una única pieza de vidrio.
Se hace un plano con el diseño que se pretende realizar, y se cortan según este las piezas necesarias del color adecuado.
Se corta una pieza de vidrio, normalmente incoloro, del mismo tamaño que la vidriera, a la que llamaremos base, y sobre ella se colocan las piezas de color formando el diseño.
A continuación se introduce el conjunto en un horno y durante la cocción se produce la fusión de las piezas con la base, obteniendo una única pieza de vidrio con el diseño deseado.
Además de trozos de vidrio tambien se pueden utilizar con esta técnica vidrio en polvo o en grano, fibras de vidrio, algunos metales, etc.
Según el grado de fusión que se alcance se suele distinguir entre "full fusing" donde las piezas se integran totalmente en la base, y el "tack fusing" donde las piezas se pegan a la base formando un relieve.
Durante la cocción al producirse un reblandecimiento en la superficie del vidrio, se graba en este la textura del material sobre el que se ha colocado el vidrio en el horno.
También es posible conseguir durante la cocción modificar la planimetría del vidrio de manera que adopte la forma del molde sobre el que se coloca, este proceso se conoce como termoformado y se suele utilizar para la fabricación de pequeños elementos decorativos como bandejas, centros, etc, y otros de mayor dimensión como lavabos.
En algunas ocasiones pequeñas vidrieras realizadas con esta técnica se incorporan como piezas a una vidriera emplomada de mayor tamaño.
|